5/9/12

Historia de amor de una gatita #7

Hola, holita! Ya os traigo la continuación de Historia de amor de una gatita.
La última vez la historia dio un giro repentino. Ya se respira la angustia y el engaño en los personajes. ¿Qué pasará a partir de ahora?
Este capítulo tiene una escena subidita de tono que a mí me recuerda a la canción de Carolina de M-Clan. Escuchadla y leed la escena, ¿verdad que tiene algo que ver?
¡Recordad comentar!


- Capítulo 7 -

A partir de ese día todo volvió a ser como antes, Betsabé con Dark felices y tan enamorados como siempre, una estampa a la que toda la clase estaba acostumbrada.
Hitsugaya intentó explicarle a Betsabé lo que ocurrió, pero ella le dejó claro que no quería saberlo, que estaba muy bien con Dark.
Mientras ella se olvidaba de él, Hitsugaya no dejaba de pensar en ella. El amor de Dark era muy poderoso y no tardó en hacer que Betsabé se sintiera como en una nube, como antes de conocer a Hitsugaya.
Una tarde, Betsabé estaba en la cocina cuando llamaron a la puerta. "¿Quién será?" pensó. No esperaba a nadie, pero podría ser Dark para hacerla una visita, algo muy común en él. Corrió a abrir, esperanzada.
Pero se llevó un chasco.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó fríamente.
- Sólo quiero hablar contigo -respondió Hinamori, tajante.
- Pues habla.
La joven se cruzó de brazos.
- Me parece que tanto tú como yo pensamos que las cosas están bien por ahora.
- Si... -había algo en ella que no le gustaba un pelo. ¿A qué se refería?.
- Si tú no vuelves con Shiro-chan yo no diré nada de lo que hubo entre vosotros a tu novio.
- ¿Me estás chantajeando?
- Más o menos -dijo con una sonrisa burlona.
- ¡Yo no pienso volver con Hitsugaya!
- Más te vale no intentarlo.
Esa cría la estaba sacando de sus casillas.
- ¡No me amenaces!
- No era una amenaza. Adiós.
- Adiós.
Al día siguiente Dark no fue a clase. En el recreo Betsabé estaba sola e Hitsugaya se acercó para intentar hablar con ella.
- Necesito hablar contigo.
- Pues yo no.
Él la sujetó por el brazo.
- Por favor, deja que te lo explique todo.
- No, no quiero que me expliques nada.
- Pero es que...
Betsabé se giró y con lágrimas en los ojos le dijo:
- No quiero escucharte porque podría perdonarte y entonces no podría vivir sin tí.
Hitsugaya la soltó y ella salió corriendo. Se quedó parado hasta que alguien lo abrazó por detrás.
- Shiro-chan...
- Suéltame, Hinamori.
- ¿Qué te pasa?
- Me pasa que no te quiero, aquel beso no significó nada y parece que no te das cuenta.
Hinamori no podía creer lo que estaba oyendo.
- Pero yo creía que...
- No sabes nada.
La rabia se reflejó en los ojos de Hinamori al darse cuenta de lo que pasaba.
- Aún la quieres, a pesar de que ella te odia.
- No, no me odia.
- ¡Ha vuelto con su novio! ¡Olvídala!
- Si consigo hablar con ella y que me perdone le dejará, lo sé -contestó Hitsugaya tajante.
Pero Hinamori no estaba dispuesta a darse por vencida.
- ¡No lo hará!
- Yo sé que me quiere, me lo ha dicho. Necesito estar unos instantes con ella, los dos solos.
Hitsugaya se fue y Hinamori gruñó para sus adentros. Estaba rabiosa.
"Se va a enterar" pensó.
Esa misma tarde, Betsabé fue a llevarle los apuntes de esa mañana a Dark. Llamó al telefonillo y, tras una breve pausa, Dark contestó.
- ¿Diga?
- Hola, soy Beth, te traigo los apuntes de clase.
- OK, sube.
Al llegar arriba, Betsabé encontró la puerta abierta.
- ¿Dark? -preguntó sin atreverse a entrar.
- ¡Pasa y cierra la puerta, ahora mismo voy! -se escuchó desde el interior.
Ella cerró la puerta y dejó el abrigo en el sofá.
- Siento no haber podido ir hoy, pero me encontraba un poco mal -dijo Dark a su espalda.
- No pasa nada.
Cuando Betsabé se giró para mirarle, se quedó con la boca abierta. Dark había aparecido en el salón completamente empapado con su cuerpo completamente desnudo de no ser por una toalla que llevaba a la cintura. Estaba agachado secándose el pelo mojado.
Ella se quedó mirando su cuerpo, fijándose en cada parte empezando por sus fuertes brazos. ¿Eran imaginaciones suyas o estaba más musculoso que antes?
Dark se dio cuenta de que Betsabé se había puesto roja y que le miraba con atención. Se acercó a ella y la tocó la frente.
- ¿Tienes fiebre?
A Betsabé le subió más la temperatura al tener a Dark casi desnudo tan cerca de ella. Observó su pecho que parecía que la llamaba y no pudo resistir la atracción que hizo que lo abrazara.
- Dark...
- Beth, cariño, yo... 
Su voz sonó incómoda.
- Ya lo sé, no quieres que nos acostemos, pero no puedo contenerme más y tú no puedes impedirme que te abrace, porque...
Dark la silenció con un beso.
- Vas a tener que irte -dijo.
- Pero, Dark...
- Lo siento, pero si seguimos así acabaré por...
Betsabé hundió la cara en su hombro. Dark estaba asustado porque él no quería acostarse con ella, pero como continuaran así acabaría haciéndolo.
Hasta que no lo aguantó más y la abrazó fuerte, la tumbó en el sofá y se subió encima de ella. La toalla empezó a desengancharse y cuando estaba a punto de caerse sonó el timbre.
Dark dejó de besarla y ambos se quedaron muy quietos, sin saber que hacer. Se colocó la toalla, que no había acabado de desprenderse, se levantó y fue a abrir.
- ¡Dark! Dios mío, ¿qué haces así? ¡Tápate! -se escuchó en la puerta.
- Hola, Dahia, pasa. Es que me acabo de duchar.
Dahia entró en el salón y vio a Betsabé sentada en el sofá con las mejillas enrojecidas aún por la excitación del momento.
- Anda, si está aquí Betsabé. Creí que estabas solo.
- Si. Bueno, voy a vestirme.
Dark se fue a su habitación y dejó a Betsabé y a Dahia en el salón, algo que a ellas les resultó muy incómodo.
- ¿Qué tal te va? -preguntó Dahia despreocupadamente.
- Bien -respondió Betsabé con una sonrisita. "Hasta que llegaste tú", pensó.
Dahia se puso a ojear las estanterías.
- Que bien se os ve, otra vez juntos.
- Gracias -pero en realidad pensaba "No finjas tanto, que se te nota".
- ¿Le has contado lo tuyo con Hitsugaya? -soltó Dahia. Su expresión era algo sombría.
Betsabé se quedó sin palabras.
Dahia se rió.
- Si, vuestra nota en el trabajo de tecnología. Fue el mejor trabajo, dijo el profesor, ¿verdad?
- ¡Ah! No, no se lo he dicho... -dijo Betsabé intentando parecer tranquila.
El rostro de Dahia se volvió más sombrío.
- ¿Qué creías que era?
- Em... 
En ese momento apareció Dark, ya vestido y con una mochila en el hombro.
- Beth, Dahia y yo íbamos a ir a la academia de inglés, ¿te quieres venir?
- No, yo mejor me voy a casa, que tengo que estudiar.
En su casa, Beth estaba pensando en como Dark la besó aquella tarde y el recuerdo se le fue a cuando Hitsugaya la tiró en la cama.
"No, Beth, deja de pensar en Shiro, tienes que olvidarle", se dijo. Pero cuanto más esfuerzo hacía, más le extrañaba. Aunque no quería perdonarle ni saber nada de él, una parte de ella quería estar a su lado, porque en el fondo de su corazón, la llama que su querido Shiro había dejado no se había apagado del todo y amenazaba con hacerse más fuerte.
En esos días, llegó a sus oídos la noticia de que Hitsugaya iba a irse del instituto, y Betsabé se deprimió un poco. No quería que se marchara.

Próximo capítulo: 29 de septiembre

1 comentario:

  1. Continua por favor! La vengo esperando del año pasado ;--;

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